Mejora el aspecto de tu Nariz

Se modifica la forma y tamaño de la nariz para mejorar la armonía facial. Consiste en redefinir las estructuras óseas y cartilaginosas que forman el esqueleto nasal para lograr un aspecto bello y estilizado. En ocasiones se hace para corregir deformidades, fracturas, desviaciones, asimetrías o para resolver problemas respiratorios.

 

Existen diversos tipos y técnicas de rinoplastia, a grandes rasgos puede ser abierta o cerrada (delivery), primaria (primera vez) o secundaria (reintervención), estructural o convencional. El concepto de rinoplastia estructural propone la resección conservadora, preservación de los mecanismos de soporte o su restauración y uso de técnicas de sutura e injerto para fortalecer y estabilizar la nariz. La nueva técnica de rinoplastia estructural incorpora un conjunto de procedimientos con la finalidad de prevenir deformidades provocadas por la retracción cicatrizal y asegurar la posición de las estructuras movilizadas y modificadas en la intervención. El resultado obtenido se caracteriza por su naturalidad y dista mucho de los resultados de los “años 80” (tipo Miss Piggy, tobogán o look operado).

 

Las mejores candidatas para rinoplastia son aquellas que se operan por primera vez, tienen piel fina y nariz grande con giba. A pesar de esto el aspecto de la nariz puede ser mejorado a pesar de tener piel gruesa, secuelas de cirugías anteriores, deformidades, desviaciones del tabique, alteraciones funcionales o malformaciones.

 

A diferencia de la creencia común, el postoperatorio de rinoplastia estética no duele (absolutamente nada). Se recomienda un reposo relativo de una semana durante el cual la nariz se descongestiona y desaparecen la inflamación y las equímosis (morados en los párpados). La mayoría de los pacientes se reincorpora a sus estudios o trabajo una o dos semanas después de la intervención.